Me movilizó a escribir esta nota el hecho ocurrido días pasados que tuvo como protagonista a Juan Manuel, alias «Piki», de 16 años que tiene 19 causas penales, quien ingresó en una perfumería de la zona de Almagro, con el propósitos de robar. Me parecía irreal lo que estaba viendo en directo, que un pibe tenga al grupo GEOF y a gran parte de la sociedad en vilo. Medios de comunicación dedicándole casi seis horas ininterrumpidas a un pibe, ¿verdad o ciencia ficción ?Y entonces me pregunto, ¿que paso entre su primer acto delictivo hasta hoy, donde estuvo el estado, la justicia, los padres, educadores, donde estuvimos todos como sociedad? Estos interrogantes me llevaron a leer el «Código de la Niñez y la adolescencia» de varios países de Latinoamérica; todos en teoría hablan de derechos y obligaciones de los mismos. En cuanto a derechos creo que la juventud actual esta bastante informada, ahora bien cuando tocamos el tema de las obligaciones, empieza a ponerse un poco escabroso, por así decirlo.
Invito a todos los lectores que tengan oportunidad de entrar en internet, indagando la cuestión, y escuchen las palabras simples y certeras del Juez español Emilio Calatayud Pérez en: youtoube: Emilio Calatayud Pérez, Cátedra Magistral 1 y 2.
Para aquellos que no puedan hacerlo, mencionare solo lo siguiente, a ninguno de mi generación y no soy un dinosaurio, se nos hubiese ocurrido decirle a nuestros padres: «no entres en mi dormitorio», «no toques mis libros», «no te metas en mi vida», y podría seguir con estos tristes ejemplos de lo «invasivos» que somos los padres a la hora de ocuparnos de nuestros hijos. Que por cierto son nuestra responsabilidad.
¿Cierto, no?
Françoise Doltó, médica pediatra y psicoanalista francesa famosa por sus descubrimientos en psicoanálisis de la infancia, según ella, a un niño que pregunta porque ha nacido, hay que responderle: «porque quisiste nacer». Esto muestra la importancia que concede a la palabra en la construcción del individuo y dice: Porque nacer pobre es una injusticia que debemos reparar, pero no significa nacer «chorro».
También leí como para conocer un poco mas al respecto la «Declaración Universal de los Derechos Humanos » que reza en su 1º art.: «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros»; mas allá de lo que personalmente piense de las Naciones Unidas, cuando leo este articulo de marras, tan brillantemente redactado, me vienen imágenes de abuso y maltrato infantil, prostitución infantil, desaparecidos, lavado de dinero, narcotráfico, pedofilia, explotación, venta de órgano, trafico de niños, violencia doméstica… y otra vez la pregunta: donde están el estado, los legisladores, los jueces, la sociedad mientras esto sucede, o nos tiene que pasar a todos para involucrarnos seria y comprometidamente en estos temas.
¿ O simplemente somos un número que será utilizado en alguna estadística?
John Maxwell, uno de los más prestigiosos escritores sobre liderazgo, comenta: «En las conferencias, cuando enseño sobre liderazgo, inevitablemente la gente me pregunta si el líder nace. Siempre respondo: «Si, por supuesto que nace… aun no he conocido a uno que haya venido al mundo de otra forma» Más allá de la ocurrencia, la mayoría de los autores concluyen concordando en que un líder se hace, se construye, pero que si el proceso comienza «desde» que nace, el potencial de liderazgo es enorme. Entonces si aplicamos esta afirmación para el delincuente, diríamos que también se construye y cuanto a más temprana edad le falten alimentos, su cerebro no va a desarrollarse adecuadamente. Hace poco por Canal 26, Jorge Lanata entrevisto a especialistas que concluían en lo siguiente:» la talla, el peso y la sobre edad en las escuelas son indicadores indirectos de otra situación: un desarrollo deficiente del sistema nervioso por mala alimentación durante los primeros años de vida«, sabemos bien ese daño es irreversible. Cuando se referían a la provincia de Buenos Aires decían:»Es una de la provincias más ricas del país, más ricas pero no mejor administradas, pero que es también una de la provincias que tiene mayor desigualdad social. Entre 25 y 30 veces es la brecha entre los que más ganan y los que menos ganan».(SIC). Estos jóvenes seguramente deben haber sufrido discriminación, burla, violaciones, abusos y todo lo que la marginalidad social trae aparejado, y me imagino podría¿ porque no? aturdirse un poco de la realidad consumiendo drogas y alcohol, que también supongo alguien se las dará en forma gratuita hasta crearle adicción, o sea, esto no sucederá por fusión espontánea, estarán allí las mafias que especulan con la miseria, creando mas caldo de cultivo, para que no termine, por el contrario aumente. Y de nuevo la pregunta: mientras sucedía esto con cada bebe que creció y se hizo delincuente, ¿nosotros donde estábamos? Algunos seguramente pensando en aislarlo, controlarlo, perseguirlo y «accidentalmente» eliminarlo. O será que «la red de corrupción» es tan grande que son muchos los que se ven beneficiados si hay delincuentes, ésa persona «esta jugada», a quien le «conviene» que roben un auto ¿a un desarmamdero?, que haya tanta droga, ¿a los pequeños y grandes narcos?,los desalojos ¿al negocio inmobiliario? y es tan larga la lista de «negocios», que se hacen «gracias» a los nadies, como diría el talentoso escritor Eduardo Galeano.
Me resultaría sumamente placentero, que alguna vez algún medio televisivo, tome seis horas de su programación para mostrar jóvenes que son un ejemplo, en todas las áreas, que los hay y son muchos. Nuestra pelea es con la pobreza y la falta de amor, donde no hay amor nada bueno puede crecer. Para lograr una sociedad sin violencia, es fundamental que el estado actúe responsablemente y de una vez y para siempre se ponga a la altura de las circunstancias.
A partir de este momento, anhelo Ud. reflexione sobre éste tema, y sea tan gentil de compartir su opinión, aunque sea diferente, gustosamente la publicaremos.
Por Lilian Russo
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