Paul Cézanne

Paul Cézanne (19 de enero de 1839 – 22 de octubre de 1906) fue un pintor francés postimpresionista, considerado el padre del arte moderno, cuya obra estableció las bases de la transición entre la concepción artística decimonónica hacia el mundo artístico del siglo XX, nuevo y radicalmente diferente. Sin embargo, mientras vivió, Cézanne fue un pintor ignorado que trabajó en medio de un gran aislamiento. Desconfiaba de los críticos, tenía pocos amigos y, hasta 1895, expuso sólo de forma ocasional.

Fue un «pintor de pintores», que la crítica y el público ignoraban, siendo apreciado sólo por algunos impresionistas y, al final de su vida, por la nueva generación (los nabis o la escuela de Pont-Aven).

París

Periodos

El periodo oscuro, París, 1861-1870

Se trata de un periodo caracterizado por colores oscuros y un intenso uso del negro, con pigmentos espesos, muy empastado. Su obra difiere grandemente de sus anteriores acuarelas y esbozos de la École Spéciale de dessin de Aix-en-Provence en 1859, o de sus obras posteriores. A menudo se usan para estas obras los términos antisocial o violento, o también eróticas o macabras. Su temática es la figura en el paisaje y comprende muchas pinturas de grupos de figuras grandes y pesadas en el paisaje, pintadas imaginativamente. A este periodo pertenecen:

 El asesinato, h. 1870.

•          El padre del artista (1860-1863), National Gallery de Londres.

 •          Copia por Cézanne en el museo del Louvre de Comida en casa de Simón de Veronés 1860-1870

•          Panes y huevos (1865), Museo de Arte de Cincinnati.

•          Retrato del tío Dominique (1866), Museo Metropolitano de Arte, Nueva York.

•          El rapto (1867), Museo Fitzwilliam, Cambridge.

•          Retrato de Achille Emperaire (1867-1868), Museo de Orsay, París.

•          La orgía (1867-1872), colección particular.

•          Reloj de mármol negro (1869-1870), colección particular.

•          Pastoral (1870), M.º de Orsay, París.

•          El asesinato (h. 1870), Walker Art Gallery, Liverpool.

Periodo impresionista, Provenza y París, 1870-1878

  La casa del ahorcado, 1872-1873.

Cuando Cézanne marchó a L’Estaque en 1870, cambió sus temas para dedicarse principalmente al paisaje. Al instalarse en 1872, en Auvers (Val-d’Oise), comenzó su estrecha relación de trabajo con Pissarro, quien vivía en la cercana Pontoise. Junto con Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir y unos pocos pintores más, Pissarro había desarrollado un estilo para trabajar al aire libre (en plein air) de forma rápida y a escala reducida, que consistía en utilizar pequeños toques de colores puros, sin recurrir a bocetos preliminares ni a dibujos. Pretendían atrapar de ese modo los efectos lumínicos fugaces así como su interpretación visual, también efímera, de la naturaleza. Bajo la influencia de Pissarro, Cézanne comenzó a abandonar las normas académicas y la paleta sombría y fuertemente empastada que le caracterizaba. Sus lienzos se hicieron mucho más brillantes, con colores claros, eligiendo los colores primarios y sus complementarios, además de forzarle a observar atentamente la realidad.[10] Su tema favorito son paisajes. Trabajó a partir de la observación directa y gradualmente desarrolló un estilo de pintura aéreo y ligero.

•          La casa del ahorcado, 1872-73, M.º de Orsay, París.

•          Vista de Auvers, h. 1873, Art Institute of Chicago.

•          Una moderna Olimpia, 1873-74, M.º de Orsay, París.

•          Bañistas, 1874-1875, Museo Metropolitano de Arte, Nueva York.

•          Señora Cézanne en la butaca roja, 1877, Museo de Bellas Artes (Boston).

•          Naturaleza muerta de la sopera h. 1877, M.º de Orsay, París.

•          Naturaleza muerta del jarrón y de las frutas, h. 1877, M.º Metropolitano de Arte, Nueva York.

Periodo de madurez, Provenza, 1878-1890

 El puente de Maincy, 1879-1880.

Cuando Cézanne fijó su residencia definitivamente en Provenza, a principios de los años 1880, se independizó de los impresionistas, centrados en París, y demostró su preferencia por el sur, su país natal y su paisaje. El aislamiento y la concentración, así como la singularidad de su búsqueda, podrían señalarse como los responsables de la increíble evolución que sufrió su estilo durante las décadas de 1880 y 1890. El hermano de Hortense tenía una casa desde la que se veía la montaña Sainte-Victoire en Estaque. Una serie de pinturas de esta montaña de 1880-1883 y otras de Gardanne de 1885-1888, a veces son conocidas como el «Periodo constructivo». De 1888 a 1890 se interesó por la figura humana, pintando una serie de cuadros con personajes de la Comedia del arte, pasando, a partir de 1890, a otra serie sobre Jugadores de cartas, posiblemente inspirado por la obra sobre el mismo tema de Louis Le Nain.

•          El puente de Maincy (1879-1880), M.º de Orsay, París.

•          Tres bañistas (1879-1882), Museo del Petit Palais, París.

•          Rocas en L’Estaque (1882-1885), Museo de Arte de São Paulo.

•          La montaña de Sainte Victoire (1885-1887), M.º Metropolitano de Arte, Nueva York.

•          Vista del pueblo de Gardanne (1886), Barnes Foundation, Merion.

•          Martes de carnaval (1888), Museo Pushkin, Moscú.

•          Arlequín (1889-1890), Galería Nacional de Arte (Washington).

Periodo final, Provenza, 1890-1905

 

Los jugadores de naipes (1892).

Y entre sus obras se destacan en éste período: Las grandes bañistas, 1906, Philadelphia Museum of Art: el triunfo del equilibrio geométrico y la estabilidad a la manera de Poussin.

En 1895 hizo una visita germinal a las canteras de Bibémus y ascendió la montaña Sainte-Victoire. El paisaje laberíntico de las canteras debieron impresionarle particularmente, pues alquiló una cabaña allí en 1897. Se cree que estas formas inspiraron el estilo cubista en embrión. Cézanne se concentró en unos pocos géneros, en los que era hábil por igual: bodegones, retratos (y autorretratos), paisajes y estudios de bañistas (desnudos en el paisaje).[10] Respecto al último, Cézanne se vio obligado a dibujar a partir de su imaginación, debido a la falta de modelos desnudos disponibles. Como sus paisajes, sus retratos se pintaban a partir de lo que era familiar, de manera que no sólo su esposa e hijo, sino también campesinos locales, niños, y su marchante, sirvieron de modelos.

Cézanne continuó pintando directamente del natural con brillante colorido de tipo impresionista, pero fue simplificando de modo gradual la aplicación de la pintura hasta el punto de que parecía lograr expresar el volumen con sólo unas cuantas pinceladas de color yuxtapuestas. Más adelante los expertos llegarían a afirmar que Cézanne había descubierto un modo de representar tanto la luz como las formas de la naturaleza simplemente mediante el color. Parecía reintroducir una estructura formal que los impresionistas habían abandonado, sin sacrificar por ello la sensación y vivacidad lumínica lograda por ellos. El propio Cézanne hablaba de modular el color en lugar de modelar el claroscuro de la pintura tradicional. Con ello se refería a que suplantaba las convenciones artificiales de representación (modelar) por un sistema más expresivo (modular) que se hallaba aún más próximo a la naturaleza o, como decía el propio artista, «paralelo a la naturaleza». Para Cézanne la solución a todos los problemas técnicos del impresionismo radicaba en utilizar el color de un modo más ordenado y expresivo que el de sus compañeros impresionistas.

Cézanne consideraba que nunca llegaba a alcanzar plenamente su objetivo, por lo que dejó la mayor parte de sus obras sin acabar y destruyó muchas otras. Se lamentaba de su fracaso a la hora de representar la figura humana y, efectivamente, las grandes obras con figuras humanas de sus últimos años revelan unas distorsiones curiosas que parecen dictadas por el rigor del sistema de modulación cromática que él mismo impuso sobre sus propias representaciones. Ejemplo de ello son toda la serie de pinturas dedicadas al tema de los y las bañistas.

•          Los jugadores de naipes (Les Joueurs de cartes) (1890-1892), M.º de Orsay, París

•          Mujer con cafetera (La Femme à la cafetière) (h. 1890-1895), M.º de Orsay, París

•          Naturaleza muerta con manzanas y naranjas (h. 1895-1900), M.º de Orsay, París

•          Bodegón con cebollas (h. 1895-1900), M.º de Orsay, París

•          La montaña de Sainte-Victoire, vista desde Bibémus (h. 1898-1900), Museo de Arte de Baltimore

•          Las grandes bañistas (1904-1906), National Gallery, Londres

•          La Montagne Sainte-Victoire et le Château Noir, (1904-1906)

•          Campesino sentado, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid

•          Las grandes bañistas (1906), Philadelphia Museum of Art, Filadelfia

Legado

Puede decirse que Cézanne crea el puente entre el impresionismo del XIX y el nuevo estilo de principios del siglo XX, el cubismo.

Durante muchos años la obra de Cézanne sólo fue conocida por sus antiguos colegas impresionistas y por unos cuantos artistas jóvenes radicales de la línea del postimpresionismo, entre los que se incluían Vincent van Gogh y Paul Gauguin. Esta generación posterior aceptó prácticamente todas las rarezas de Cézanne.

La retrospectiva de Cézanne de 1907 en el Salón de Otoño impactó grandemente la dirección que tomó la vanguardia parisina, dando crédito a su posición como uno de los artistas más influyentes del siglo XIX y al advenimiento del Cubismo. Fueron las exploraciones de Cézanne de simplificación geométrica y fenómenos ópticos las que inspiraron a Picasso, Braque, Gris, y otros para experimentar con múltiples visiones aún más complejas del mismo tema, y, con el tiempo, a la fractura de la forma. Hay una frase, atribuida tanto Matisse como a Picasso, según la cual «Cézanne es el padre de todos nosotros». Matisse admiraba su utilización del color y Picasso desarrolló la estructura de la composición plana de Cézanne para crear el estilo cubista. Fuente consultada Wikipedia.

 

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