Una multitud de planillas secuestradas por la Justicia en diferentes causas evidencia los controles oficiales a locales prohibidos desde 1937.
Por Juan Federico
-Mi local tenía habilitación de la Policía, que iba siempre a controlar, no a consumir.
Sentado frente al Tribunal Oral Federal Nº 2 de Córdoba, Oscar Eduardo “Cacho” Desábato hacía ya varios minutos que relataba cómo funcionaba “El Quincho”, su prostíbulo de Cruz Alta. El hombre es juzgado por un supuesto caso de trata de personas contra dos jóvenes paraguayas, proceso que se reanudará el próximo viernes 26.
Antes se había definido como un proxeneta “bueno”. “Como en todo gremio, hay gente buena y mala. Yo nunca le levanté la mano a ninguna chica; tampoco las encerré”, dijo.
–¿Y la Municipalidad de Cruz Alta? –quiso saber el juez Fabián Asís.
–El local –respondió Desábato– estaba inscripto en el rubro whiskería. No nos engañemos: para habilitar, no se…
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