Municipio de Morón

Son doce cuadras. La obra es parte de un plan integral en el que la comuna invierte $ 25 millones para terminar con las calles de tierra en todo el partido.

Finalizó la pavimentación del barrio Fuerza Aérea en Castelar

ANTES DESPUES

El Municipio de Morón informa que finalizaron las tareas de pavimentación en las doce cuadras del barrio Fuerza Aérea, en Castelar. Esta intervención alcanzó la totalidad de las cuadras comprendidas por las calles Montevideo, Domínguez, Revoredo y Granada.

Las obras forman parte de un plan integral que la comuna lleva adelante para terminar con las calles de tierra y mejorar la calidad de vida de miles de vecinos y vecinas y tiene un presupuesto municipal de $ 25 millones.
A su vez continúan los trabajos en las once cuadras de la calle Santo Domingo, entre Don Bosco y Eva perón – ex Pierrestegui -, en Morón sur; y se realiza la pavimentación de Jarry, entre Bonifacio y Passadore, y Madrid, entre Jarry y la Base Aérea, entre otras cuadras del barrio San Juan, en Castelar sur.

Una vez finalizados estos módulos se avanzará con más cuadras de asfalto en distintos barrios del partido.
En lo que va del año, además de las obras mencionadas, se pavimentaron seis cuadras de Morón sur – Paraná, entre Santa Teresa y la Av. Don Bosco; Ozanam, entre Sagasta y Humaitá, y Ramella, entre Sagasta y Paraná- , cinco cuadras del barrio Marina en Castelar sur – Bynnon, entre Carlos Casares y Pasaje Coquet, y Barbieri y Pasaje Coquet, entre Gianattasio y Bynnon- y otras cinco en el barrio La Rural de Haedo – Milán entre Goria y Andrés Ferreyra, Andrés Ferreyra entre China y Milán, y Saverio Laiácona

Visitando Caprotti

Los 4 Palos

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El pasado mes de septiembre, coincidiendo con la celebración del vigésimo aniversario de la fundación del grupo de ciudades patrimonio de la humanidad, las fuerzas vivas de la ciudad, acompañadas por otras personalidades y por la banda de música, visitaron por primera vez el museo dedicado a la obra de Guido Caprotti ubicado en el que fuera su hogar, el Palacio de Superunda o Palacio Caprotti. Las crónicas sociales de la época nos cuentan que todo fue maravilloso, extraordinario y de muy buen gusto: las mujeres muy guapas, los hombres muy apuestos, el vino fresquito y la música muy agradecida.

Un mes después, coincidiendo con las festividades para honrar a la patrona de la ciudad, el museo se abrió definitivamente a todos aquellos que lo quisieran contemplar al módico precio de tres euros. Era el punto final, o eso parece, a una larga historia que comenzó en…

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